Bitácora personal de un tomareño

viernes, 13 de enero de 2012

Quiero y no puedo....

Cerca de cuatro años llevo desde que me dio por crear esta pequeña ventana abierta a los sentimientos, cierto es que últimamente no escribo nada, pero no es porque no me apetezca, me gustaría sentarme un par de horas frente a mi ordenador, poner a parir a más de uno y a la vez dejar fluir mis sentimientos para plasmarlo de por vida en este blog, pero es que mi frenética (gracias a Dios) vida laboral no me deja, es como si me tirara de la manga de la camisa obligándome a hacer lo que tengo que hacer que no es ni más ni menos que llevar a mi casa la cebolla, el ajo, el pimentón, el chorizo y las lentejas para que hierva la olla.
Aun así me acuerdo mucho de mi blog, a veces, en petit comité comento “ que pena mi blog, lo tengo abandonao”.

Y es verdad, es como si dejaras de echar de comer a una mascota que tienes en casa (salvando las distancias), pero te sientes mal no por el hecho de escribir algo, sino por dejar de estar en contacto con tus hermanos blogueros, es como si los abandonaras de mala manera y no es así, los llevo en mi corazón por que se que no son virtuales jajajajaj, se que ellos siguen alimentando día a día esta blogosfera sevillista y aunque alguno como yo, no oxigene esto, otros estarán ahí para hacerlo.
Uno de los que haga lo que haga siempre me responde es mi hermano “ Papi Magase”, en parte por él he escrito este artículo viendo el comentario en el anterior, para mí es como un hermano aunque solo nos hayamos visto en una ocasión, espero estar el día 21 en la peña sevillista de San Bernardo para veros también a todos y a la vez homenajear a nuestro gran Giulio Guerrera.
Un abrazo blogueros.

martes, 10 de enero de 2012

Miradas al cielo

Acabo de terminar de leer “Miradas al cielo, el juego divino de Frederic Kanouté” y la verdad es que me parece mentira que haya personas con esta implicación social, con esta altruista manera de ayudar a los demás, de ayudar en la medida de sus posibilidades a sacar a un país de la pobreza más sórdida.

Puede que me cegara mi sevillismo a la hora de valorar a Kanouté, el cual poco a poco fue ganándonos a todos, pero después de leer su biografía le queda a uno esa amarga sensación de estar haciendo lo mínimo que se despacha en aportar con un grano de arena en el inmenso desierto de la pobreza de este mundo.
Sakina el dia de su inauguración

K. (como llama el autor de este libro, Juan Antonio Solís a Kanouté) es como un santo en la tierra. Estas personas que tienen el poder de aportar, difundir y activar la solidaridad con el que más lo necesita, lo hace sin más, otros solo lo hacen de cara a la galería porque hay que lavar la imagen o porque su presencia en actos banales engrandecen su ego personal. Fredy no, este trabaja muchas horas y se desvive por la causa.
No voy a contar nada sobre este libro porque para eso hay que leerlo y empapárselo de arriba abajo. Por lo que nos toca a los sevillistas debemos saber que estamos de enhorabuena, y ya no hablo de que este hombre haya sido (a mi entender) el futbolista más importante de la longeva historia del Sevilla FC, si no que estamos ante un hombre bueno en la tierra y un hombre que cambiará en mayor o menor medida, pero cambiará, la vida de muchos niños y familias en Malí.
Ahora y siempre “todos queremos que marque Kanouté”.


“Por donde pasa mi pequeño Fredy, no queda ni el aire”.
Sara Kanouté, padre de Frederic Kanouté
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