He vuelto a recordar la primera vez que vi en mi vida a mi equipo proclamarse campeón.
Viendo esta noche la final de la Uefa, que por cierto, me da igual quien haya ganado (el Atlético no me simpatiza para nada), me ha entrado morriña de aquella noche mágica de Eindhoven. Nunca habíamos visto a un jugador nuestro levantar una copa y aquella final nos quitó ese lastre de un plomazo, después vinieron mas pero como la Uefa del 2006 ya no se repetiria. Yo soy de los que piensan que esta final que se nos aproxima, si la ganamos, la vamos a disfrutar más que las conseguidas después de Eindhoven. La empachera de títulos que le siguió a Eindhoven fue tal que al sevillismo no nos dio tiempo a digerirlo.
Lo mejor de la final de hoy es que viendo el nivelito del contrario (y pienso que para estar en una final europea hay que ser muy competitivos y si están es porque lo son), lo mejor ha sido el desgaste físico del Atlético de cara a la final de la semana que viene, cierto que son muchos días, pero alguno, seguro que habrá acabado tocado.
Nosotros por nuestra parte tenemos aun, antes de la final, un partido clave, tenemos otra final para estar con la élite del futbol mundial el año que viene de nuevo. Para ello solo debemos pensar en el Almería y la final de copa ya vendrá.
Tan solo nos queda por ver a nuestro equipo dos partidos esta temporada, pero vaya dos partidos, vaya dos finales. ¿Dispuesto a sufrir?
Quien no sufre no disfruta.
1 comentario:
Primo, pues yo preferiría sufrir menos:)
Pero me temo que...
Besos
Publicar un comentario