Es lógico que los sevillistas estemos desilusionados y preocupados por la marcha de nuestro equipo. Yo más bien estoy preocupado, desilusionado no porque seguimos con las opciones de Champions intactas y en el horizonte nos queda por disfrutar de una final de Copa, pero estoy preocupado por la situación del equipo, este está en caída libre y sin paracaídas. No veía a mi equipo en un campo de fútbol con tanta impotencia desde hace mucho. Últimamente eso es lo que me queda al ver a mi equipo, impotencia y eso es muy triste para un club que, en principio, aspira a ganar todos los partidos. El Sevilla se ha vuelto un equipo mediocre, más que mediocre y los rivales lo saben y muerden. En los últimos meses el equipo está perdiendo todo el crédito que se había ganado y eso aun puede remediarse, ¿Cómo?, no lo se, pero lo que si se es que hay que hacer algo, y hay que hacerlo YA, puede que más adelante sea tarde.
Aunque ganemos al Jerez esta semana, el problema no desaparecerá, lo maquillará pero no desaparecerá. Yo nunca había pedido la destitución de Manolo Jiménez, pero
si hay que hacerlo se hace y no pasa nada, como dice nuestro presidente, el Sevilla está por encima de todos, pues eso mismo les digo a los directivos, que se apliquen el cuento.
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