Para el primer equipo la derrota en Getafe nos hace bajar de las nubes y al fin así poder pensar solo y exclusivamente en quedar entre los seis primeros para poder estar el año que viene en la Europa League, y digo los seis primeros porque si quedáramos séptimos creo que tendremos que pasar dos eliminatorias para estar en esta competición, cosa que sería algo bastante negativo puesto que deberíamos de empezar a jugar en julio esta competición.
No pude ver el partido el sábado (eso que me llevé) porque tuve un compromiso familiar mucho más importante, pero por lo que he leído y escuchado nuestro equipo hizo quizás el peor partido de la temporada (casi ná), así que viendo el resultado y las críticas que ha recibido el equipo me he negado incluso a ver el resumen del encuentro, ¿pa qué?
Por lo tanto no puedo valorar nada, ni el juego, ni la actitud, ni nada de nada. De lo que si puede hablar uno es de la sensación que te queda tras recibir el resultado y por lo tanto sus consecuencias.
¿Cuáles son estas consecuencias? Pues lo dicho anteriormente, que este equipo solo tiene que obligarse a mantener al menos la sexta plaza y viendo la inestabilidad que nos muestra este Sevilla se me antoja que va a ser complicado este final de liga para nosotros.
Lo peor de este resultado es que los futbolistas pueden bajar los brazos y cesar en el empeño de superarse día a día puesto que hay muy poco que ganar y mucho que perder de aquí a final de liga, estos tíos son profesionales y se les debe exigir el máximo aunque haya futbolistas que estén pensando ya más en su futuro que en el del colectivo.
Una papeleta de categoría la que tiene en sus manos Manzano, ya que empezando por el, debe animar a estos jugadores y a su vez tiene la responsabilidad de intentar que estos futbolistas terminen con la cabeza alta su periplo en Nervión.
Porque el crédito se acaba y no solo para él.
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