Está claro que de un tiempo para acá nos han bajado los humos considerablemente. No hace mucho éramos la caña de España, desprendíamos envida por donde quiera que íbamos, éramos los bonitos de la clase. Si te tocaba jugar ese fin de semana ante el Sevilla te cagabas vivo, sabias que lo ibas a pasar muy mal.
Pero eso, de momento, se acabó, hemos regresado a la tierra, a lo lógico, a nuestra liga, a tratar de colarnos en la Europa League. La Champions ya es un premio mayor para nosotros.
Hemos vuelto a la realidad que en otros tiempos era lo normal, no entiendo porque nos seguimos rasgando las vestiduras por ver que este equipo tiene que seguir estando entre los tres o cuatro mejores equipos de España, ojala fuese así, pero la realidad es otra.
Estamos en un momento social donde la austeridad se ha apoderado de nosotros, nuestro Sevilla, aun así se ha gastado este año 12 kilos (si no me equivoco) para poder llegar a eso, a estar entre los tres o cuatro de arriba, sin contar con los de la liga bipolar.
Hay gente que esto de estar así, regular o más bien en nuestra liga, no lo termina de asumir, yo disfrutaba también con mi Sevilla de los Polster y Zamorano, o del Sevilla de Moisés y Montero, estos equipos no se paseaban tampoco por los campos pero se obtenían muy buenas clasificaciones con un sexto o quinto puesto. Quizás ese sea nuestro objetivo real, o no.
Añorar el pasado es correr tras el viento.
2 comentarios:
Siempre me gustan las reflexiones sensatas y llenas de sentido común.
Bonitos recuerdos.
Sin renunciar a nada, nos hemos olvidado un poco de saber disfrutar y valorar lo que somos.
Y yo que creo que este año, si..
Ojalá Cesar....
Un saludo
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