Bitácora personal de un tomareño

domingo, 6 de junio de 2010

Precioso artículo de un bético.

No suelo poner post de otras personas en mi blog pero es que no he tenido más remedio, Alberto, OLE TU!!

POR ALBERTO GARCÍA REYES



ABC, 22-5-2010


Soy del Betis. Mucho. Hasta las trancas. Es, de hecho, la única militancia que ejercito. Pero la foto de hoy está por encima de mí. El Sevilla levantando su quinta copa. Ante ese esplendor no cabe más que la genuflexión. Me arrodillo. Porque la historia reciente del sevillismo es estremecedora. Es un ejemplo de tesón, esfuerzo, unión y gestión de un ideal que no se ha visto nunca por aquí. Es el arrebato de un estadio entero cantando el milagro de la trinidad: Sevilla, Sevilla, Sevilla. Tres veces Sevilla. Mil veces enhorabuena. No sé si mi grito se escucha entre la zaragata de fiesta que brota de la imagen de abajo. Así que lo voy a escribir otra vez: enhorabuena. Felicidades a cuantos sevillistas me rodean cada día. Porque os envidio hasta el cansancio. Ansío ver por mi casa lo que no tengo más remedio que observar en la ajena. Coherencia. Sueño con poder celebrar una noche infinita, con quitarme el sombrero de copa ante once caballeros, con vivir un instante ese júbilo que ahora sólo me llega de rebote, como los goles que dan títulos. Porque yo sí me alegro de la victoria sevillista. Me alegro por quienes se echaron a la carretera a sufrir la veleidad del balompié. Y por quienes padecieron el hostigamiento de la incertidumbre durante esos noventa minutos interminables por la tele. Y por quienes creyeron morirse en cada grito del locutor de la radio en pleno ataque atlético. Y por quienes oyeron el pitido final entre arrechuchos de gloria. Y por quienes han trabajado en serio para llenar de plata las vitrinas de Nervión. Me alegro hasta por quienes tienen a su empresa, jamás al equipo, en las cloacas del balompié sevillano. Porque en esta ciudad no puede festejarse un título de un equipo con total entrega mientras el otro se esté arrastrando por las miserias de la injerencia. A esa copa hay que echarle medio litro de rivalidad para que la sangría salga perfecta.






Yo soy del Betis, una «jartá» del Betis, pero no me duele la foto de abajo. No voy a seguirle el juego a ningún envidioso que desprecie ese logro. Porque no se puede ser del Betis sin ser un señor. El Sevilla es, sin duda, el equipo más importante de Andalucía en estos momentos. Es una referencia. Una cima a la que sólo pueden subir quienes están en buenas manos. Es una obra bien rematada desde Navas a Romaric, desde Zokora a Palop. De una esquina a la otra, el Sevilla F.C. es un sueño para los sevillistas. Es una cantera que se queda con lo mejor desde Albox a Los Palacios y es también un ojeador que compra joyas a precio de bagatela en el último rincón del mundo. El Sevilla es un himno que arrebata a toda la afición y un autobús de balde cuando se necesita el último arrebato. Por eso la caja negra ha parado esta semana el reloj en ese cuadro blanco y rojo de puños en alto. Porque ese momento nos hace más grandes a todos. Incluso a los béticos, que algo tendremos cuando un equipo con cinco copas sigue considerando al nuestro su eterno rival.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro de que haya personas de este calibre, los gustos deportivos no están reñidos con la caballerosidad, en todos sitios hay de todo.
Chapó por Alberto.

Voladizo 21330

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