El Ojo del Alma

Últimamente estoy muy paradito con la lectura, cosa que me reprocho todos los días. Cuando no es la tele es el sueño, cuando no QAML de Jesús Alvarado, el caso es que leo poco de un tiempo atrás.
Pero ayer mismo empecé a leer un libro que me trajo mi mujer que le vendieron en su trabajo el mismísimo escritor, osea, vende sus obras cual mercader ambulante. Como mi señora sabe que me apasiona la lectura pues ni corta ni perezosa se lo compró. Este es un libro reflexivo y la verdad es que empecé ayer a leerlo y con los tiempos que corren la verdad es que ayuda bastante a sobrellevar los problemas diarios, o por lo menos te hace pensar en que todo no es tan tremendo como a veces lo pintamos.
El autor es Pepe Pineda y su libro “El Ojo del Alma”. Son cuatro ediciones (yo tengo el tercero) de las cuales cada uno tiene noventa reflexiones sobre la vida, o lo que es lo mismo, este escritor trata de dividir su obra como las estaciones del año y con los días de cada estación. Aquí os dejo uno de ellos;

La ira.
No acometamos proyecto alguno con la furia de la pasión, pues equivale a hacerse a la mar en plena borrasca, una respuesta suave calma la ira, como el aceite calma las olas, esa voz baja, tranquila, pausada y serena es una de las empresas más difíciles de este mundo para el ser humano; si te enfadas, por favor, piensa en las consecuencias; el hombre debería aprender a mantenerse ecuánime, con el fuego de la ira a sus inferiores los hace superiores a si mismos; hablando francamente es imposible asesorar como lo estoy haciendo porque yo también me encolerizo, aunque se retroceder a la razón, pues pienso que la ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón; no nos entreguemos por demasiado tiempo a la ira, un cólera prolongada engendra odio.
Es un necio quien no puede enfadarse, pero también es un sabio quien no se enfada, pues la ira de nada compone y solo castiga al que se enfada, y también nos descubre, pues a veces somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos, a pesar de todo, contra la ira, dilación, pues lo que empieza en ira acaba en vergüenza, o lo que es igual, cuando estés irritado, cuenta hasta diez, cuando estés muy irritado, suelta tacos, pero bajito.

"la fuerza que sacamos de la indignación

y del rencor, es muestra de nuestra debilidad"

Pepe Pineda

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