El fracaso fortifica a los fuertes.

Después del varapalo que nos llevamos los sevillistas el martes y después de habernos (yo por lo menos) medio repuesto, debemos mirar para delante. No queda otra, aunque no tenga uno ganas de ver fútbol ni leches. Ayer mismo retransmitieron el Barça en abierto y no lo vi ni un minuto, y eso que pude, pero no tengo ganas de fútbol. Lo del martes me las ha quitado de momento.

También hay que saber desconectar de la desgana que nos dejó la eliminación, yo por ejemplo desde el martes no veo, leo o escucho nada que se relacione con el fútbol, para escuchar papanatas y cierrabares como los comentaristas que hay por todos los espacios deportivos prefiero no hacerlo y así no me pongo de mala uva. El tiempo lo cura todo y esto es solo un deporte pero no cabe duda que el fracaso en él duele mucho.

Así que cada uno a lo suyo, no escuchar a los béticos dándonos la vara (de algo se tendrán que alegrar las criaturitas) y este sábado a ganarle al Español para quitarnos el amargo sabor de la desidia.