Después de la bulla de los meses de verano, el Portil se vuelve un sitio apacible y tranquilo, muy tranquilo, pero a mí me encanta. Cuando me llevo varias semanas aquí en Sevilla intento escaparme y disfrutar de su playa en otoño, no en vano los mejores doctores del mundo son el doctor tranquilidad y el doctor alegría. 
Y para colmo, después de estar dos años pescando sin conseguir nada, voy esta semana y lo hago hasta seis veces, aunque eso sí, peces demasiado pequeños para no devolverlos al mar.
Todo se andará, intentaré experimentar con distintos métodos hasta que dé con la tecla, de momento satisfecho y sobre todo, lo que uno anda buscando lo encuentra, que no es ni más ni menos que salir de la rutina.
Y eso no es todo, el partido del domingo lo ví allí mismo, en el Portil, precisamente en el pab Aqua, pues no se como me las arregle que solo había aficionados del Atlético de Madrid, o eso creo yo por que hablaban del patético como de su equípo;
"Hay que ver que mal estamos jugando"
"Sin el Kun no tenemos equipo"
Frases como esa dieron buena cuenta que eran del patético, así que más disfruté yo, salté en los tres goles mientras que estos me miraban con cara de carajo. Así que el fin de semana pasado no pudo ser mas precioso, y la guinda la puso mi Sevilla.
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